Registro: Pablo Villar
Apartado
pináculo impreso en el deseo sexual. Calco de dramaturgia homoerótica en un Kimoss
Charlotte von Mess
Traducción: Ignacio Havre
Un egoísta es aquel que se empeña en
hablarte de sí mismo
cuando te estás
muriendo de ganas de hablarle de vos.
Jean Cocteau
Myler E. Moss ha editado El libro
blanco de Jean Cocteau en su sello Moss Garden, por lo que resulta natural
que copie a mano dibujos del artista francés conviviendo con un par propios (en
cuanto a esto, la obra inédita de Moss es apabullante).
El kimono como soporte de dibujos es igual al papel como soporte de
fotos de RuPaul, Beth Ditto, penes y penetraciones, Annie Lennox y otros para libros
y fanzines. Moss tiene una cualidad prêt-à-porter tanto como editor e ilustrador.
¿El Kimoss es un libro/ pieza conceptual de dibujos en formato kimono (textil),
un libro de artista o simplemente un kimono con los dibujos de un artista
predilecto? Los ilustradores de moda, como Unskilled Worker o Danny Roberts,
toman imágenes fotográficas de las revistas Vogue y dan su impronta con líneas y colores; así Moss toma dibujos
originales de Jean Cocteau y propios y los agranda en un kimono que él mismo
cortó y cosió.
Las fotografías de la exposición Bodegones Almodóvar, del cineasta
Pedro Almodóvar, tienen la sencillez limpia del kimono ilustrado de M. E. Moss.
En ambos casos, una superficie lisa y sencilla muestra pequeñas zonas complexas.
Juan Gatti dice en una entrevista, que en la época del Di Tella a él y
otros artistas les importaba más lo que llevaban puesto que lo que exponían, lo
que podría aplicarse también con humor a esta actitud de Moss, donde importa
tanto lo que usaría de vestimenta en un evento que directamente exhibe esa
prenda, ya incluso sin él mismo, sin su cuerpo.
Moss es un artista que osa arriesgarse de modo inevitable debido a su
visión pink-queer del mundo: no es un dibujante ocasional de penes erectos. El
homoerotismo es crucial, identitario.
La irrupción de lo homo en la obra de Moss vinculada a la moda, está más
próxima a Marc Jacobs que a otros diseñadores. Karl Lagerfeld, Yves Saint
Laurent, John Galliano, Alexander McQueen, Valentino, Jean-Paul Gaultier, Versace,
todos diseñadores de alta costura, han sido (en referencia a los fallecidos) y
son maricas, pero eso apenas si se aprecia en su trabajo. La mayor parte de los
artistas no heterosexuales de Argentina tampoco incluyen ese tema como corpus
fundante de su obra: ¿deberían hacerlo? Marsha P. Johnson no podía dedicar su
tiempo a algo ajeno a su vida trans porque si no se negaba a sí misma.
Crear dentro de la línea arte prêt-à-porter, pone en paralelo al
Kimoss con los muros fugaces de Banksy. Tanto Moss como Banksy tienen una
ideología muy precisa, no son personas superficiales no diciendo nada, sino que sus trabajos los ponen en juego con
fuego porque tienen mucho que perder. Ambos son explícitos en sus opiniones.
Muchas personas aparentemente gay friendly en realidad no pueden tolerar la
verdad sexual de los encuentros homo: pueden apropiarse de las boas de plumas
pero no de un hombre/ una hombra desnudx con lordosis ofreciendo su cola, menos
su amor. Moss, con esta obra, además, hace un gesto a Keith Haring con sus
intervenciones en la vía pública.
El kimono ilustrado usado en un entorno urbano es postura Truk Art Proyect, del coleccionista Jaime Costa, que es dueño de una empresa de camiones
con obras de arte originales pintadas sobre ellos. Llegan fuera de la elite
circunspecta a galerías de arte y museos en largas distancias que recorren ad
hoc.
Si alguien llevara puesto el kimono con dibujos de Cocteau y Moss por la
calle, ¿sería llevado a prisión u obligado a desnudarse? En territorios
católicos como España, que tiene la tasa más alta de Europa de trabajadoras
sexuales, como en la ciudad de Córdoba, que tiene la tasa más alta de usuarios
de Tinder, es llamativo que posean estas estadísticas, porque tácitamente la
mayor parte de la población está conformada por parejas formales en contexto de
noviazgo o matrimonio. Esas mismas personas insinceras son las que colocan al
sexo como tabú y no dejarían circular a alguien vistiendo el Kimoss entre
peatones citadinos.
El kimono ilustrado se vive como un globo de helio fucsia con estrellas
plateadas, escapado de su atadura y atrapado en lo alto de un shopping center
entre dos grandes spots de luz: invisible para la mayoría y un guiño con
pestañas postizas tamaño super size para pocos.
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